Como
delimitar las sensaciones?. . .
Muchas
veces los espacios grandes nos aíslan, pues solo escuchamos el propio Eco.
En un
grado de detalle, las comuniones con los otros son de una fugacidad, que nos
invitan a desaparecernos.
Ser
colonizados no es una idea tan mala, en algunos casos.
Uno
es un país que en general conforma continentes con el resto. Pero como toda
patria, conviven en nosotros, los ideólogos que discuten apasionadamente, sobre
como “Ser”, y como relacionarnos diplomáticamente o no con los otros (países).
Si
pensamos en la posibilidad o peligro de ser colonizados, nos hace de inmediato
armar nuestro ejército, y muchas veces sin tiempo de armar estrategias de
guerras, atacamos a ciegas. Solo para defendernos, o eso es lo que
argumentamos.
Nacemos
y definitivamente somos colonia de nuestros propios padres, así vamos
adoptando, el modo y normas con las que nos fundan.
Creciendo
vamos interactuando con países vecinos, bajo el control de la aduana por parte
de nuestros regentes.
En un
momento dado, nuestra adolescencia, reclama una revolución impulsando una
independencia. Así con todas las incertidumbres, empezamos a generar nuestros
cabildos abiertos, y en miles de discusiones con nuestros ideólogos internos,
decidimos independizarnos.
Entonces,
nuestro yo más revolucionario, se revela e impulsa la idea de independencia.
Teje conversaciones, impone sacrificios, pero no resulta del todo.
Y de
ese modo empezamos a conformar nuestro modelo de país, nuestras políticas
internacionales, de que modo nos manejaremos con el dinero, y cual será el
grado de influencia de los agentes externos.
En un
determinado momento, empezamos a ser invadidos, conscientes o
inconscientemente.
Vemos
y admiramos las bellezas de otros países, y muchas veces es tanto el
embelesamiento que comienzan a aparecer los mismo tipos de edificios, la misma
pautas culturales, etc. . .
Pasa
el tiempo y nos vemos intimados a generar acuerdos bilaterales.
Habitualmente
dichos acuerdos son de tradición oral, por lo que los hace tan difíciles de
seguir y cumplir.
Con
el tiempo aparecen las enmiendas, y luego enmiendas a las enmiendas.
De
eso acuerdos nacen nuevas colonias que con el tiempo serán países
independientes y así se repetirá la historia.
Pero
hay quienes no son países, son Islas. Que prefieren la distancia del mar, como
nexo a los continentes (conglomerados de países). Y aunque son colonizados,
obligan al colonizador a someterse a las cuestiones del aislamiento. Lo hacen
colonizador colonizado.
Islas
o países, de un modo u otro, todos tenemos ansias de extendernos en otros,
invadir, de colonizar, y no es por una cuestión de prepotencia enajenada, es
por no estar solos.
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