He soñado con esta casa. . .mi ojos recuerdan cada árbol de este jardín abandonado. . .
Hoy estoy soñándola de nuevo, pero no vine solo. Mi sombra falsa me acompaña, vino solamente a burlarse de mí.
Afuera se escuchan silbidos de balas de noche, aullidos de lobos rojos, tristezas de perros violetas, una bruma de quejidos de gatos blanquísimos. . .
Las ventanas son de espejo. Aquí nadie ve hacia adentro, ni nadie ve hacia afuera.
Aquí no ve el que ve, como en la vida de la vida, se ve el reflejo de lo que suspiramos ver.
Un duende con cara rabiosa, da la orden, ha comenzado la época de segar todas las fresias de colores.
Una corona de lágrimas disecadas se luce en tu cabeza.
Entro haciendo ruido, como avisando a los que la habitan, que estoy llegando.
La casa es un altar de sacrifico, hay sangre rosa por todos lados. . .
Las sirvientas me reciben con trajes amarillos y verdes, con ojos harapientos, me preparan un té.
Sin que nadie las vea, guadañan la enorme frutera de la sala de estar:
limones negros, manzanas sin piel, peras coloradas, dos melones naranjas y un racimo de uvas blancas.
En esta Rayuela de espinas, arrojo la piedra, y queda suspendida:
Será quizás que no sé donde debo pararme?, o acaso no sé donde debo ir?
Con un sol de tres rayos hechos con tiza blanca, me enfrento al abismo.
Saltar o no saltar?
Acaso no existe el vértigo?
Tres ardillas temblorosas me acompañaron a la puerta, no recuerdo que fue lo que paso adentro.
Salí y ahí estabas parada, con ojos blancos, transparentes, con tu gesto de maníaca del silencio.
Cada dos o tres domingos, se ve pasar un fauno, cantando canciones de cuna en algún dialecto ancestral porteño.
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O u t t a k e : No puedo dejar de escuchar The Editors. . .que buena banda.
O u t t a k e II: Con cual vivimos cotidianamente: reptiliano? Límbico? O Neocórtex?